Resumen
La vida occidental parece requerir del conocimiento de sí misma para llegar al momento de la catarsis y desde ahí crearse un yo. La tragedia griega clásica fue una representación teatral de encuentro entre los dioses y los humanos, para crear a la tercera persona idealizada como el hombre que habrá de obrar en el mundo. Nietzsche une lo apolíneo y lo dionisíaco, re-toma ese pathos y crea una estética de la vida entre el frenesí alegre y el su-frimiento de la fatalidad humana, en la ilusión del arte. El cuerpo es el espa-cio del padecimiento de la crisis de la sociedad occidental, por ello se “desbiologiza” en la subjetividad de la distancia con el mundo. La tragedia es una postura crítica.