Resumen
Luego de los acontecimientos del 11 de Septiembre, la migración se ha enmarcado cada vez más como un problema de seguridad. En la campaña electoral australiana en 2010, la migración estaba conectada con la seguridad (defensa de nuestras fronteras, terrorismo y cohesión social) y con cuestiones vinculadas con la inseguridad sobre el futuro (tamaño de la población, sostenibilidad y crecimiento económico). Este tratamiento de la migración como un asunto de seguridad nacional pasa por alto la realidad de que la inmigración australiana es parte del flujo global de población. La migración es un asunto internacional experienciado por los Estados como una cuestión nacional de control de las fronteras y la soberanía que busca gestionar las consecuencias de las desigualdades mundiales y la movilidad. Este
trabajo analiza el ‘giro de seguridad’ en los debates sobre migración en Australia y el Norte, y las formas en que el aseguramiento contra la migración significa la transformación de la seguridad desde el problema de producir un orden nacional al problema de la gestión del desorden global que resulta de la fusión de estrategias de seguridad nacionales e internacionales.